El desinformante -la historia detrás de la película-

El desinformante -la historia detrás de la película-

Hace poco tuve la oportunidad de ver la película estadounidense “El Desinformante!”*, quizá conocida por aquellos dedicados al tema de competencia, pero algo desconocida para otros. En este artículo rescato algunos temas que toca la película para resaltar ciertos puntos relacionados con el Derecho de la Libre Competencia Económica en Colombia.

La película trata de uno de los fraudes más conocidos y nocivos que tuvo lugar en Estados Unidos, el caso del cartel de la lisina, el cual ocurrió de la mano con el fraude realizado por Mark Witacre. En ella, se trae a colación algunas puntadas de lo que es un cartel empresarial así como también muestra cómo funcionan estos.

¿Qué es un cartel empresarial?

Tiene relación con la fijación de los precios en el ramo de la lisina…fijación de precios en la lisina… he estado en varias juntas con los competidores japoneses y coreanos en los últimos meses con el único propósito de fijar los precios”.*

La lisina es un aminoácido usado para estimular el crecimiento de los animales. También es uno de los diez aminoácidos esenciales para los seres humanos que se encuentra en muchos de los alimentos que consumimos, como el cerdo, la carne molida, las aves de corral, el atún, el queso parmesano, la leche descremada, las nueces, las lentejas, el maíz, entre otros.

En este caso, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos encontró que las compañías participantes en este mercado se reunían, en un país diferente de las jurisdicciones de sus compañías, esto es, en México, para acordar los precios que debían cobrarse por este aditivo –para cartelizarse-.

Como bien se muestra en la película, un cartel empresarial ocurre cuando las empresas o agentes de mercado se ponen de acuerdo para no competir entre ellas, esto es, cuando conspiran para manipular alguna variable de competencia, cualquiera que esta sea. Es de resaltar, que esta es considerada la violación más grave del régimen de libre competencia económica, estos son los llamados hard core cartels.

La legislación colombiana prohíbe la realización de estos acuerdos. Así, se han determinado como violaciones del régimen de libre competencia económica los carteles que se realicen sobre variables como el precio, porcentajes de participación en el mercado, cuotas de suministro, y cualquier variable que pueda ser utilizada para competir en un mercado determinado. Es de mencionar, que la lista establecida en la ley es enunciativa, es decir, no se limita a las conductas que allí se proscriben sino que permite que, en caso de que se presente algún otro acuerdo entre competidores o potenciales competidores que restringa o tienda a restringir la libre competencia económica, se sancione por la Autoridad de Competencia.

Ahora, en una de mis partes favoritas de la película, aparece Matt Damon en una reunión con los competidores en la que los lleva a decir expresamente que todos están en un “acuerdo”, pues para ese entonces era la prueba reina que necesitaba la Autoridad para poder presentar cargos contra los cartelistas.

Entonces, ¿para que se considere un cartel empresarial los competidores deben señalar expresamente que están en un acuerdo?

No. Los carteles o acuerdos entre competidores pueden darse de manera expresa o tácita –sin decir absolutamente nada-, por lo que puede ocurrir que los competidores se reúnan, se llamen, se envíen whatsapp, correos electrónicos, o que simplemente alineen su comportamiento sin decir nada –para que esta coordinación se considere cartel debe estar acompañada del elemento consciente-

¿Cómo funcionan, generalmente, los carteles empresariales?

Qué nos garantiza que ADM se mantendrá en los niveles acordados…bueno, sería preferible que hubiera confianza mutua y…si alguien hace trampa llamaremos a la mafia para eliminarlo”.*

Los competidores llegan a un acuerdo, hacen seguimiento de ese acuerdo y en caso de incumplimiento establecen sanciones para el cartelista no cumplido. Las sanciones se traducen en castigos comerciales, reducción en la participación del mercado, guerra de precios, exclusión del mercado, entre otras.

Nótese que deben haber incentivos para mantenerse en el cartel, tales como el dinero que reciben quienes están en el cartel –el incremento de los precios pagados por los consumidores del bien o servicio-, la probabilidad de que lo descubran- que en Colombia es aún muy baja- y el hecho de que de no estar en el cartel podría ser excluido del mercado. De no existir estos incentivos y no establecer sanciones para los cartelistas incumplidos, estos preferirán no estar en el cartel o en la “rosca”.

Finalmente, ¿cómo afectan los carteles a los consumidores y a la economía en general?

los clientes son los enemigos y los competidores son nuestros amigos”.*

“ADM fija precios en todos los productos que toca, eso me dijo, básicamente toda la gente de este país es víctima de crimen corporativo para cuando terminan de desayunar”.*

Estas frases no son para nada exageradas, en efecto cuando hay un cartel empresarial en un mercado determinado, se incrementa el precio de los bienes y/o servicios y se restringe el suministro de los mismos. Esto hace que los bienes y/o servicios sean inasequibles para algunos consumidores y demasiado costosos para otros.

Los carteles empresariales también generan efectos en las eficiencias de la economía y transferencias de bienestar de los consumidores a los cartelistas. Además, los agentes de mercado cartelizados, al no estar expuestos a las presiones competitivas normales del mercado, no tendrán incentivos para competir, lo que redundará en menor innovación, bienes de menor calidad, entre otros.

Sobre este tema profundizaré en un artículo posterior.

*Jacobs, G., Fox, J., Jaffe, M.,Braunstein, H., Eichenwald, K. (productores) y Soderbergh, S. (director). (2009). The Informant! [Cinta cinematográfica]. Estados Unidos.: Participant Media, Groundswell Productions y Section Eight Productions.